LAURITA

Hola, soy Laura. Estoy felizmente casada y bendecida con dos hijas maravillosas y un nieto que llegó a nuestras vidas en el momento más difícil que hemos enfrentado como familia. Su llegada fue un regalo del cielo, una luz que nos devolvió la esperanza en medio de la adversidad.
Mis metas en la vida son claras: dar lo mejor de mí cada día para que mis hijas puedan convertirse en mujeres profesionales y para que a mi nieto nunca le falte nada, mientras esta abuela tenga vida para cuidar de él. Ellos son mi motor, mi razón y mi mayor orgullo.
Quienes me conocen me describen como una mujer alegre, buena amiga, compasiva y empática. Me duele la injusticia y no puedo quedarme callada cuando algo no está bien. Siempre he creído en el poder de la bondad, la solidaridad y el respeto mutuo.
Soy mujer, esposa, madre, hija, abuela… y sobre todo, una persona profundamente agradecida con Dios por todo lo que tengo y por cada oportunidad que se cruza en mi camino.
Lavanda llegó a mi vida en uno de los momentos más oscuros, cuando más lo necesitaba. Y llegó no solo como una fuente de trabajo, sino como un espacio de contención, crecimiento y nuevas oportunidades que nunca antes había encontrado.
Aquí, en Lavanda, doy lo mejor de mí cada día. Amo poder entregar a nuestros clientes un servicio cálido, comprometido y de calidad, porque sé lo importante que es sentirse bien en el hogar. Ponemos el corazón en cada espacio que limpiamos, con la esperanza de que esa energía positiva también llegue a las familias que confían en nosotras.
Doy gracias a Dios, por abrirme este camino y por permitirme ser parte de un equipo donde el trabajo se hace con amor, respeto y propósito.